Trump, Ucrania y las tierras raras: el impacto en la guerra comercial

Descubre ahora cómo la disputa por las tierras raras y la postura de Donald Trump pueden cambiar el conflicto en Ucrania y la guerra comercial global.

Índice de contenido:

1. Introducción , ¿Cómo hemos llegado a esta situación?   
2. ¿Cuál es el objetivo de Trump en Ucrania?      
3. ¿Qué son las tierras raras y cuál es su importancia en la guerra comercial?   
4. ¿Qué tiene que decir Ucrania en todo esto?   
5. ¿Cuál es el camino hacia la paz en Ucrania?  
6. Tabla resumen 

Introducción, ¿Cómo hemos llegado a esta situación?

Desde 2014, con la anexión de las provincias de Crimea y el Donbás, existía un conflicto latente entre Rusia y Ucrania, con ataques más o menos periódicos a pequeña escala y en frentes muy localizados. Pero el 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una gran ofensiva por múltiples frentes, movilizando, en un principio, alrededor de 150,000 o 190,000 soldados. 

La guerra había escalado a una guerra total, que, a pesar de que las estimaciones sean poco fiables, ya se habría cobrado la vida de más de medio millón de personas y desplazado a más de diez millones de personas de sus hogares. Desde el principio de la guerra, principalmente Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido, han dado ayuda militar: mandando armas y dando entrenamiento militar, ayuda económica: con dinero para Ucrania y sanciones para Rusia, y humanitaria: acogiendo a refugiados y mandando comida y médicos a las zonas afectadas. 

Pero la guerra ya va para tres años, y como ya explicaremos, toda ayuda tiene un coste, y el primero en hablar de paz y de cómo cobrarse la ayuda prestada ha sido Trump.

¿Cuál es el objetivo de Trump en Ucrania? 

Ya durante su primer mandato, buscó acabar con las guerras en las que Estados Unidos estaba envuelto, mostrándose contrario a las guerras y la OTAN por suponer estas un coste muy alto para Estados Unidos que no le estaría reportando ningún beneficio adicional. Bajo el lema de América Primero, se fue deshaciendo la presencia de Estados Unidos en distintas partes del mundo: Afganistán, Irak o Siria son buenos ejemplos.Ahora, Trump, al abordar el tema de Ucrania, parece querer buscar la paz lo antes posible, habiendo mantenido conversaciones con Putin y Zelensky en esta línea. 

En su primer mandato, Donald Trump tenía como objetivo acabar con todas las guerras que involucraban a Estados Unidos, como pasa ahora con Ucrania.

No hay un acuerdo de paz concreto, y precisamente ahora, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se realiza anualmente, se abordarán todas estas cuestiones, habiendo mandado Estados Unidos a su vicepresidente J.D. Vance como representante. Pero, sin duda, ha habido un cambio en el tono con respecto al apoyo a Ucrania, ya que con Biden nunca se llegó a hablar de la parte condicional de la ayuda. Pero ahora Trump ha dicho claramente que quiere los derechos de explotación de las tierras raras de Ucrania, además de otros recursos. Además de insinuar, como amenaza de cese de envío de ayuda, que Ucrania podría ser rusa algún día.Otro factor a tener en cuenta, y que afectaría de manera importante a España, es lo que ha dicho Trump al respecto del papel de la Unión Europea en esta guerra. 

Criticando que el envío de ayuda de todas las clases por parte de esta ha sido menor al de los Estados Unidos, siendo la Unión Europea la principal interesada en el cese de la expansión rusa. Esta crítica está alineada con otro deseo de Trump, que es que el resto de países miembros de la OTAN, como lo son en su mayoría los de la UE, aumenten su gasto militar.

¿Qué son las tierras raras y cuál es su importancia en la guerra comercial?

Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos necesarios en la fabricación de tecnologías avanzadas. Son fundamentales en sectores como la energía renovable, la industria electrónica y la defensa. Aunque se les llama "raras", en realidad son relativamente abundantes, pero su extracción y procesamiento es complejo, ya que en la mayoría de los casos se encuentran integradas en otros minerales como la monacita, la xenotima o la tantalita. 

China es el mayor productor y exportador de estos minerales, teniendo un 60% de la cuota de mercado.China se ha aprovechado de esta situación, amenazando con limitar las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos como parte de las negociaciones sobre los aranceles impuestos por unos y por otros. Esto supondría un desastre para Estados Unidos, pues, aunque este sea el segundo productor mundial de tierras raras, no es capaz de satisfacer su demanda interna, la cual se estima en unas 40.000 toneladas, y aunque produzca 43.000 toneladas, carece de infraestructura para poder refinarlas. 

Además, se espera que la demanda aumente en la próxima década alrededor de un 6% o un 10% cada año. Lo que generaría escasez de estos materiales. Por lo cual, sin las tierras raras chinas, Estados Unidos se quedaría sin inteligencia artificial, misiles, radares, drones, baterías para coches eléctricos…

¿Qué tiene que decir Ucrania en todo esto?

Trump, como ya hemos mencionado, querría explotar estas tierras raras que tiene Ucrania, siendo estas probablemente los recursos naturales más importantes que tiene Ucrania en la actualidad. Estas reservas, estimadas en 100 millones de toneladas, aunque realmente no se sabe ni cuánto hay ni cuánto es aprovechable, aliviarían a Estados Unidos ante un posible bloqueo chino de las exportaciones de estos elementos. Posibilitando, así, una política arancelaria más dura, pues el escenario de escasez de tierras raras sería más improbable.En un principio, Zelensky ha mostrado su conformidad con ceder estos derechos de explotación. 

El presidente de Estados Unidos quiere realizar una gran explotación de las tierras raras para beneficio del país.

Habiendo llegado a decir Trump que han accedido a darles el equivalente a 500.000 millones de dólares en tierras raras. Lo que resulta extraño es que, aunque esta cantidad sea bastante grande, se queda en poco teniendo en cuenta la inversión necesaria para poder empezar a explotar estos recursos. No solamente se necesita hacer las minas y las plantas de procesamiento, sino, y más en un país devastado por la guerra como lo es Ucrania, infraestructura para transportarla. Por lo cual, la inversión para poder empezar a extraer las tierras raras estaría en la horquilla alta de 5.000 millones hacia arriba, solamente para poder empezar a minar. Luego están los costes variables, que también son altos: mantenimiento de la maquinaria, costes de energía, seguridad, mano de obra, gestión de residuos y el uso de cantidades enormes de agua. Y en un país destrozado como lo es Ucrania, ¿quién pondría el dinero? 

Además, se pueden llegar a tardar diez años en explotar de manera eficiente, lo cual es mucho tiempo, y en un país potencialmente tan inestable, eso es mucho riesgo.Por las últimas declaraciones de Zelensky, pareciera que quiera usar estas tierras raras y las reservas de titanio y uranio a cambio de más ayuda militar, y no como parte de un acuerdo de paz, hablando de qué minerales están cerca o lejos del frente. Y también pareció incluir a los europeos en la ecuación de los recursos naturales, aunque fuese para decir que no tendrán prioridad, pues otorgaron menos ayuda a Ucrania.Parece que, a pesar de las declaraciones de unos y otros, de momento no hay nada acordado, pero sí se pueden ir viendo los intereses que tienen unos y otros. Mientras que Estados Unidos quiere acabar la guerra cuanto antes y sacar rédito a su ayuda, Ucrania, o al menos Zelensky, no parece tener intención de acabar la guerra. Y, como de costumbre, la Unión Europea no parece tener muy claro lo que quiere ni ganas de hacer valer su voluntad.

¿Cuál es el camino hacia la paz en Ucrania?

Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, la paz en Ucrania, de una u otra manera, parece estar más cerca. Pero aún así, los temas a tratar en las negociaciones de paz siguen siendo los mismos, y parece que ninguna de las partes implicadas quiere dar su brazo a torcer.Por un lado está la soberanía sobre los territorios ocupados, estas son las repúblicas de Donetsk y Lugansk y la península de Crimea. Ucrania quiere recuperar la soberanía sobre estos territorios. Cabe recalcar que los tres territorios llevan en la órbita de Rusia desde 2014, Crimea siendo anexionada en 2014 y ambas repúblicas independientes de facto desde 2014, 2015 y anexionadas previo referéndum, en 2022. Las tres zonas eran y son de mayoría ruso parlante, y las ocupaciones han tenido cierto apoyo popular, aunque es cierto que los referéndums no tuvieron garantías democráticas y el ambiente de intimidación contra la disidencia es muy palpable. 

Los otros territorios ocupados, Jerson y Zaporiyia, lo fueron durante la guerra, además de que allí la mayoría de la población no era ruso parlante. Sea como fuere, Zelensky quiere recuperar estos territorios, y Putin quiere mantener su poder sobre ellos, ambos de manera innegociable.Por otro lado, tenemos las alianzas que pueda o no pueda hacer Ucrania a nivel internacional. El gobierno ucraniano defiende su soberanía a la hora de decidir si quiere o no pertenecer a la OTAN, mientras que Putin pone esto como línea roja. Además de exigir que Ucrania se desmilitarice, especialmente en las zonas próximas a la frontera con Ucrania.Finalmente, tenemos otras condiciones más simbólicas, como que las negociaciones se hagan en términos de derrota o no, o que los líderes del ejército ruso rindan cuentas ante cortes internacionales por posibles crímenes de guerra cometidos, o que los rusos paguen reparaciones, cosas propias de un estado derrotado. Como es lógico, ninguno de los dos líderes quiere que parezca que han perdido la guerra.Por lo cual, en los términos que actualmente manejan ambas partes, es imposible una paz duradera. 

Pero aquí es donde entran las presiones internacionales y las posibles zonas grises. Todo lo que se proponga son futuribles, pero está claro que, por lo que están diciendo, Estados Unidos parece estar interesado en que esta guerra acabe y poder sacar una situación provechosa de esto. Además, hay que tener en cuenta que en cuanto cese la ayuda estadounidense, Ucrania no podría aguantar la guerra. Por lo que querría negociar antes de que esto pasase.

Conclusión: ¿La ayuda tiene un precio?

En el tablero político del mundo, todo se hace por intereses, como dice el refrán: nadie da duros a pesetas. Y las ayudas se cobran de una u otra manera, ya sea de manera directa, como se plantea aquí, o como sucedió con las minas de wolframio explotadas por la Alemania nazi tras la Guerra Civil Española, o bien a través de un trato preferencial en el comercio internacional o la influencia política en el país ayudado, como hizo Estados Unidos en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. 

Esto no es algo nuevo. Lo que se puede decir, sin duda, es que Trump tiene un estilo directo y una manera muy agresiva de negociar estas cuestiones. Además de tener la voluntad de acabar con esta guerra, no por humanidad, sino porque está alineada con sus intereses. Y finalmente, esto es lo que prevalece: los intereses de unos y de otros.

Tabla resumen 

Si tienes interés en profundizar acerca de alguna de estas cuestiones para mejorar tu desempeño en tu carrera universitaria en IE University, ICADE, CUNEF, Columbia o cualquier otra, o para formar parte de uno de nuestros cursos para empresas Executive, puedes mandarnos un mensaje.