A la hora de predecir una crisis, los inversores suelen utilizar una variedad de indicadores que les ayuden a lograrlo de la forma más precisa posible. Aunque ninguno es infalible, sí que nos pueden facilitar la detección de un descenso generalizado en los mercados.
Uno de ellos es el ratio oro-cobre, que refleja las diferencias existentes entre el precio del oro y del cobre.
¿Por qué estos dos metales?
El oro es un activo refugio cuya demanda suele incrementarse durante las crisis, ya que los inversores lo utilizan para mantener su poder adquisitivo en un contexto de fuertes bajadas de otros activos.
El cobre, por su parte, es un metal que se utiliza en la producción industrial y, por tanto, ve disminuida su demanda cuando se produce una crisis y se espera que la actividad empresarial decaiga.
En conclusión
De esta forma, cuando el ratio se dispara es generalmente porque estamos inmersos en una recesión, ya que la demanda de oro aumenta y la de cobre disminuye.
No obstante, es importante tener en cuenta que este ratio suele ser muy descriptivo cuando la crisis ya es un hecho, pero no cuando está a punto de producirse, por lo que tiene menos utilidad como predictor que como confirmador.