Los medios suelen recurrir a noticias como la del titular: un personaje o personajes conocidos y con elevado patrimonio a quienes la declaración de la renta les ha salido a devolver. La intención es escandalizar al lector invitándole a pensar que esas personas pagan pocos impuestos.
La realidad es muy distinta: que la declaración de la renta te salga a pagar o devolver NO tiene nada que ver con el nivel de tus ingresos.
Explicamos cómo funciona la declaración de la renta de forma general y resumida:
1) A lo largo del año fiscal cada contribuyente sufre retenciones en su salario y otros ingresos en base a los impuestos que se considera tendrá que pagar durante el ejercicio. Ejemplo: un asalariado que cobra 30.000 euros brutos al año en 12 pagas y, en base a esos ingresos, debe pagar un 10% de IRPF anual. Este trabajador no pagará esos impuestos al final del año, sino que cada mes verá reducida su nómina proporcionalmente.
Las retenciones son un adelanto que hace el trabajador a Hacienda a cuenta de los impuestos totales que debe pagar.
2) A final de año debemos comprobar que efectivamente ha ingresado 30.000 euros y que no se ha producido ninguna causa que modifique los impuestos que debe pagar. Si es así, no tendrá que pagar ni devolver nada.
NO OBSTANTE:
Si el contribuyente ha obtenido alguna renta extra que no había sido contemplada anteriormente, al trabajador le saldrá A PAGAR, ya que durante el año ha pagado menos impuestos de los que finalmente tiene que pagar. Si, por ejemplo, el contribuyente ha sido despedido antes de que finalice el año o puede desgravarse gastos que no habían sido contemplados, le saldrá A DEVOLVER, ya que ha pagado más impuestos de los que eran necesarios.
Por tanto, ES IRRELEVANTE el patrimonio del contribuyente. La única condición para que te salga a pagar o devolver en la declaración de la renta es que hayas adelantado a Hacienda más o menos impuestos de los que finalmente son necesarios en base a tus ingresos totales.
Manuel Sánchez.