Una de las principales dudas que asalta a muchos ahorradores y familias a la hora de adquirir una vivienda con hipoteca es la de si es más conveniente endeudarse a tipo fijo o a tipo variable.
A TENER EN CUENTA
Tipo variable: se paga un interés que depende de un índice de referencia (el euríbor habitualmente) más un diferencial que suele estar en torno al 0,9%. Si el euríbor es negativo, el interés final puede llegar a ser prácticamente nulo.
Tipo fijo: se paga el mismo tipo de interés a lo largo de toda la vida del préstamo. Actualmente se pueden encontrar buenas hipotecas con tipos fijos de entre el 1% y el 2%, aunque en algunos países han llegado a ofrecerse tipos fijos al 0%.
En el contexto actual, en el que los tipos de interés son prácticamente cero en las principales economías del mundo, resulta atractivo endeudarse a tipo variable ya que la cuota mensual de la hipoteca es mucho más baja de lo que hubiera sido en otras épocas. El tipo fijo, a pesar de haber bajado sustancialmente, está un poco por encima del variable y no resulta tan interesante.
No obstante, una hipoteca es una deuda que rara vez se amortiza antes de los 15, 20 ó 30 años, por lo que conviene tomar la decisión teniendo en cuenta los cambios que se pueden producir en las próximas dos décadas. Lo que hoy parece inevitable puede cambiar drásticamente en cuestión de semanas y jamás deberíamos dejar nuestra economía desprotegida ante estos eventos.
Si la inflación continúa aumentando como lo ha hecho en los últimos meses, no debería extrañarnos que los bancos centrales comiencen a elevar los tipos de interés y la deuda se encarezca. Aunque en el corto plazo no parece probable que los tipos de interés aumenten de forma excesiva, no deberíamos olvidar que durante los años 90 llegaron a contratarse hipotecas con tipos de interés del 15% o 20%.
Un contexto en el que los precios suben y las hipotecas se encarecen puede ser demoledor para cualquier economía familiar. Por tanto, creemos recomendable asegurar un tipo fijo tan bajo como los que se están ofreciendo actualmente y que permitirá encarar toda la vida de la hipoteca con tranquilidad y sin sobresaltos. Con la vivienda familiar, mejor ir siempre sobre seguro.