Cuando el futbolista Cristiano Ronaldo apartó una botella de Coca-Cola durante una rueda de prensa, algunos titulares nos "informaron" de las supuestas pérdidas millonarias que ese hecho le había generado a la compañía.
No obstante, se trataba de una información tendenciosa y claramente inexacta que no se aproximaba de forma honesta a la realidad.
Los titulares cometían tres errores graves:
1. Confundir pérdidas con disminución de valor en bolsa. Una pérdida se produce cuando, a lo largo de un ejercicio, la empresa tiene más gastos que ingresos y por tanto presenta un resultado negativo. Una disminución de valor en bolsa, en cambio, lo único que implica es que el precio de la acción hoy es algo más bajo que ayer.
2. Obviar el pago de dividendo por parte de Coca-Cola. Cuando las empresas reparten dividendo, su valor en bolsa suele disminuir en la cantidad del dividendo repartido. Esto tiene su lógica. Si una acción que vale 10 euros reparte 1 euro de dividendo, su valor inmediatamente tras el reparto será de 9 euros. Esto no quiere decir que la empresa caiga en bolsa, sino que su acción ya no incorpora el valor de ese pago que la empresa ha declarado. Casualmente, Coca-Cola repartió dividendo en esas fechas y una parte sustancial de su disminución de valor respondía al pago de su dividendo.
3. Sobredimensionar la caída y achacarla al gesto de Cristiano Ronaldo. Cualquier movimiento en bolsa de una empresa del tamaño de Coca-Cola siempre será "millonario". Hablar en términos absolutos para escandalizar al lector cuando nos encontramos con empresas de esta envergadura suele ser tramposo. La realidad es que Coca-Cola esos días apenas perdió menos de un 0,5% de su valor en un contexto en el que los mercados fluctuaron de forma muy parecida, por lo que parece muy poco honesto atribuirlo a una anécdota.