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08 May
08May

El agua es un recurso indispensable para el funcionamiento del sistema de vida de las personas. Su importancia se extiende más allá de su relevancia medioambiental, pues se trata de un recurso financiero imposible de sustituir, y por tanto, muy valioso. En España, al igual que en el resto del mundo, este bien desempeña un papel fundamental en diversos aspectos de la economía.


Índice de contenido


  1. El agua como recurso fundamental
  2. La conexión entre agua y economía
  3. Los costes reales de la crisis hídrica
  4. Las perspectivas de la crisis hídrica
  5. Tabla resumen


El agua como recurso fundamental


Uno de los principales aspectos a tener en cuenta es la producción. La agricultura es uno de los sectores que más agua consume a nivel mundial, ya que se utiliza para el riego de cultivos y la cría de ganado. Sin un suministro adecuado de agua, la producción agrícola se ve afectada, lo que puede llevar a la escasez de alimentos y al aumento de los precios. De esta manera, el agua se presenta como un medio de producción que de forma indirecta influye en el nivel de precios y sus fluctuaciones.

Asimismo, el agua es crucial para el desarrollo de la industria y el sector energético. En muchos procesos industriales se requiere agua como materia prima o para la refrigeración de maquinaria. Además, la generación de energía hidroeléctrica es una fuente importante de electricidad en varios países.

En relación con el uso doméstico, el agua es necesaria para el consumo humano, la higiene personal y la limpieza de viviendas y espacios públicos. El acceso a agua potable y saneamiento adecuado es un derecho humano reconocido. Según datos de Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable y cerca de 4.200 millones sufren escasez de agua al menos un mes al año.

A nivel mundial, el agua es un recurso limitado y su disponibilidad varía considerablemente de una región a otra. Además, la demanda de agua está aumentando rápidamente debido al crecimiento demográfico y el desarrollo económico. Es por ello que la gestión adecuada del agua se ha convertido en una cuestión crucial para garantizar la sostenibilidad de las sociedades actuales y futuras.


La conexión entre agua y economía


La relación es estrecha. El agua es un factor de producción en diversos sectores económicos y su disponibilidad afecta directamente a la productividad y al desarrollo económico general. Como se mencionó anteriormente, la agricultura es uno de los sectores que más agua consume a nivel mundial. La constante modernización y la utilización de infraestructuras cada vez más avanzadas es el punto de partida de un sector que utiliza la mayor parte de reservas hídricas.


La utilización de infraestructuras avanzadas enseñanza uno de los principales obstáculos de la racionalización del agua.


Al tratarse de un campo fundamental en cualquier economía, el sector agrario utiliza el 72% de las extracciones de agua dulce. Por lo tanto, la falta de acceso a agua suficiente y de calidad lleva a la disminución de la producción agrícola, la pérdida de cultivos y la disminución de la rentabilidad de los agricultores. Esto a su vez puede afectar la disponibilidad y los precios de los alimentos, lo que puede tener repercusiones a nivel nacional e internacional.


Además, otros sectores también dependen en gran medida del agua. Las industrias manufactureras requieren agua para sus procesos productivos y la generación de energía hidroeléctrica es gran parte de la crisis hídrica. La falta de agua puede llevar a interrupciones en el suministro de energía y afectar la producción industrial, lo que a su vez puede tener impactos en el empleo y la economía en general. En el año 2022, España registró el índice más bajo de producción de energía en sus centrales desde los años 90. Todo debido a la elevada escasez de agua embalsada. Como si se tratara de un efecto dominó, la crisis hídrica viene de la mano de la falta de una distribución equitativa de un recurso cada vez más básico en la producción energética.


Los costes reales de la falta de agua


La falta de agua tiene costes reales tanto a nivel económico como social. Estos se pueden clasificar en directos e indirectos. En primer lugar, los costes directos de la falta de agua están relacionados con la pérdida de producción. En la producción agraria, cuando los agricultores no disponen de agua suficiente para regar sus cultivos, la producción disminuye y se pierden cosechas, lo que se traduce en pérdidas económicas tanto para productores como para los consumidores.

Otros sectores como la industria y el turismo también pueden sufrir pérdidas de producción y disminución de la rentabilidad. Por ejemplo, las empresas industriales pueden verse obligadas a reducir su producción o incluso cerrar sus instalaciones si no tienen acceso a agua suficiente para sus procesos productivos. Del mismo modo, las empresas turísticas pueden experimentar una disminución en la afluencia de visitantes si la falta de agua afecta la disponibilidad de servicios turísticos, como playas o piscinas. Los costes indirectos de la falta de agua están relacionados con el aumento de los precios de los productos y servicios.

De forma indirecta, la creciente afluencia de turismo es otra de las grandes fuentes de consumo de agua.


En el caso de España, la incapacidad de equilibrar la creciente afluencia de turistas con la capacidad de abastecimiento, se presenta como uno de los principales problemas. Especialmente en el año 2023, caracterizado por el excesivo aumento del 19% en llegadas internacionales. Cuando la oferta de agua es escasa, su valor aumenta y esto puede llevar a un aumento de los precios de los alimentos, la energía y otros bienes y servicios que dependen del agua en su producción o suministro.

En definitiva, la falta de agua tiene costes a nivel de sostenibilidad financiera. La planificación y el uso eficiente de los recursos, es clave para minimizar la crisis hídrica.


Las perspectivas de la crisis hídrica


Las perspectivas de un futuro caracterizado por la falta de un recurso fundamental son preocupantes. A medida que la población mundial sigue creciendo, la escasez de agua podría convertirse en una realidad cada vez más común en muchas partes del mundo. A medida que la sobreexplotación de los recursos hídricos continúa, la utilización de agua como factor de producción se ve comprometida, lo que tiene graves implicaciones en el desarrollo sostenible.

La falta de acceso a agua suficiente afecta a los ámbitos más dependientes de este bien y genera efectos externos. La creciente crisis da lugar a conflictos y tensiones entre países o regiones que comparten recursos hídricos. El agua es un recurso vital y su disponibilidad puede afectar la seguridad y la estabilidad de las naciones. En la actualidad, se estima que son más de 1.000 los conflictos internacionales causados por la crisis hídrica. Entre los principales desencadenantes se encuentran los acuerdos sobre el agua, el acceso a los recursos hídricos o su utilización como recurso estratégico en infraestructuras y producción.

Por tanto, es crucial tomar medidas para hacer frente a la escasez de agua y garantizar la ausencia de consecuencias negativas. Esto incluye la adopción de políticas que promuevan la eficiencia en su uso, la conservación de los recursos hídricos, y la producción eficiente. Asimismo, es necesario fomentar la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras que permitan una mejor gestión y tratamiento del agua, así como el uso de fuentes alternativas de agua, como la desalinización o la reutilización de aguas residuales. La colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones, son fundamentales para abordar la tarea de la preservación del agua.

En conclusión, la falta de agua tiene un impacto significativo a nivel económico. Por encima de factores como la salud o el bienestar, también se debe abordar este bien desde un punto de vista estratégico en el que prima su uso práctico como motor de producción de los sectores más importantes en el sistema de vida moderno.


Tabla resumen 


El agua como recurso fundamental
  • El agua como medio de producción.
  • Datos sobre el consumo de agua a nivel global.
La conexión entre agua y economía
  • La utilización de agua en el funcionamiento del sector agrario.
  • Los problemas de generación de energía hidroeléctrica.
Los costes reales de la falta de agua
  • La diferencia entre costes directos e indirectos.
  • Los sectores más perjudicados por la falta de agua. 
Las perspectivas de la crisis hídrica
  • La aparición de conflictos a partir de los recursos hídricos.
  • Conclusiones sobre la crisis hídrica.

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