Las audiencias de TV están en crisis. Los espectadores de todo el mundo están apagando la televisión tradicional a un ritmo récord. Con más competencia que nunca por parte de las cadenas, la proporción de personas que ven un programa en televisión abierta cada semana muestra la mayor caída desde que comenzaron los registros. No cabe duda de que la audiencia de la televisión y el modo en que se consumen contenidos digitales están cambiando. Y lo está haciendo a lo grande.
Este cambio en los hábitos de consumo de medios se atribuye en gran medida al auge de plataformas de streaming y servicios de vídeo bajo demanda. La proliferación de dispositivos móviles y la mejora de las conexiones a Internet han facilitado aún más este cambio. Llevando a una migración significativa de espectadores hacia estas plataformas digitales.
Hoy en día, los espectadores tienen un amplio catálogo de todo lo que pueden consumir en transmisiones y contenidos en línea para elegir. Esto ha llevado a que las emisoras tradicionales experimenten fuertes caídas en la visualización de programas en directo. Pero también las noticias, o las telenovelas, con audiencias de TV típicamente leales, ya no tienen el poder de atracción que alguna vez tuvieron.
Los espectadores más jóvenes por su parte, llevan mucho tiempo recurriendo a plataformas como Netflix, HBO o Apple , así como a sitios de redes sociales como Instagram, YouTube y TikTok .
Especialmente los jóvenes, apuestan cada vez más por las plataformas de streaming en lugar de un modelo televisivo que consideran anticuado.
Si acaso existe un sector que no tiene rival a la hora de reunir a la nación delante del televisor son los eventos deportivos a demanda. Estos están viendo un crecimiento positivo a medida que se digitalizan los servicios para satisfacer las necesidades de las audiencias de TV.
La pérdida de influencia de las cadenas de televisión va a menudo acompañada de una pérdida de recursos económicos que tiene efectos acumulativos. La situación es más grave de lo que pueda parecer a simple vista. Una bajada tan significativa en el consumo de contenido televisivo atrae cada vez a menos anunciantes en una audiencia TV fragmentada, y con unos consumidores a los que es más difícil llegar.
Esta situación es comprensible. Con la digitalización de la televisión, y el uso de aplicaciones de streaming, las audiencias de TV disponen ahora de varias ventajas frente a métodos de consumo de contenidos de la televisión tradicional.
No obstante, y como decíamos al referirnos a la evolución de las audiencias de TV, la televisión tradicional aún puede ofrecer beneficios. Como la transmisión en vivo de eventos deportivos o a través de canales especializados que no siempre están disponibles en las plataformas de transmisión digitales.
No sólo la televisión convencional, sino que la radio y la prensa también presentan situaciones similares y observan un fenómeno importante. El giro de su audiencia TV a lo digital. La ecuación es entonces sencilla de entender.
Ha llegado el momento en el que los medios de comunicación tradicionales deben reorganizarse y reducir costes de programación, adaptándose al contexto con nuevos formatos que integren las tecnologías de consumo actuales y colaboraciones con plataformas de streaming.
Sin embargo, esta crisis puede ser una oportunidad para consolidar la identidad y reafirmar el posicionamiento de las audiencias de TV. Aquellas cadenas con una marca fuerte, un posicionamiento sólido, y la capacidad de combinar soporte histórico y digital puede hacerlos ganadores en este período difícil de crisis para el medio.
También deberán acelerar las reflexiones necesarias para prepararse para el futuro. Y uno de los principales temas será lograr articular la actividad tradicional con la actividad digital. Sin destruir valor, y logrando desarrollar la monetización y un buen flujo de caja.
En los últimos años, todas las cadenas públicas españolas han perdido audiencia de televisión de una forma significativa. En 2023, la cuota de pantalla de TVE se situó en el 14,4%, mientras que la de Antena 3 y Atresmedia fue del 28% y del 27,3%, respectivamente.
La cancelación de programas emblemáticos, como "Sálvame" (Telecinco), "MasterChef" (La 1) o "La Sexta Noche" (laSexta) se ha debido a que estos programas han perdido audiencia, y porque las cadenas necesitaban renovar su programación.
Las cadenas de televisión se ven en la obligación de renovar constantemente su programación ante la competencia de las plataformas digitales.
Esta crisis de audiencias de TV se ha visto reflejada en la reducción de los presupuestos de producción de las cadenas españolas para los últimos años. Que a su vez se traduce en una disminución de la calidad de la programación, con programas cada vez más baratos y menos elaborados.
El futuro de la televisión necesita tener más conectividad, más implicación y ser más personalizado, y si no son capaces de hacerlo, es probable que su estado financiero se deteriore progresivamente. Sin embargo, la televisión tradicional está influenciada por una amplia gama de factores, muchos de los cuales son impredecibles o están sujetos a cambios inesperados.
Sección | Contenido |
Evolución de las audiencias televisivas |
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El impacto de la crisis de las audiencias en las cadenas de televisión |
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Estrategias de las cadenas para afrontar la crisis |
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Casos de estudio |
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